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NOTA : Hay una imagen dibujada
EL ALCALDE DE GRÁNOLLERS
Los historiadores no han dado todavía
con el origen de Granollers. Los
primeros documentos que se conocen
datan del siglo X. y en el «Cartulario
de San Cugat del Valles» se cita a «Grantiíarios
subteriore» en el año 944, nombre
que debe corresponder a la ciudad
capital del Valles.
Pero de lo que no hay duda es de
que fue rica en grano y la agricultura
fue la base de su desarrollo y dé su importancia
ganadera en todos los tiempos,
hasta el punto de que Felipe II
autorizó a Granollers la acuñación de
propia moneda para facilitar las transacciones
en sus ferias. En el museo de
dicha ciudad se conservan monedas de
cobre de entonces.
Pero dejémonos, de historias y vamos
a la Feria de la Ascensión que hoy comienza.
Varias plazas de la localidad y la vía
principal están ocupadas para tal fin.
—La feria acabará invadiendo a Granollers
— digo al alcalde, don Carlos
Font Llopart.
—En realidad Granollers es pequeño
para lo que la feria exige. Empezamos
con un día de feria y ya celebramos
cuatro.
—¿Hasta dónde alcanza el radio de
acción de interés de la feria?
—Toda la reglón, y aparte de ella
llega a las reglones aragonesa y valenciana,
y abarca hasta Madrid, ya que
interesa como preliminar de la Feria
del Campo.
—He observado muchos «stands» industriales.
¿No se desviarán por ahí?
—No; pretendemos exaltar nuestra
importancia industrial y que ésta sirva
de base o soporte a la exposición agrícola-
ganadera.
—¿Cuántos son los animales concursantes?
Layetana, 32, cuarto, departamento 101
(edificio del Fomento del Trabajo Nacional),
no más tarde del día 15 de septiembre
venidero a las ocho: de la tarde.
—Unos doscientos eníre bovino y ÍKWclno;
doscientos caballar y asnal; trescientos
de avicultura, y hasta los caninos
tienen sitio ea número de cincuenta
a sesenta.
—¿Y animales paro, tnmsaeeiones?
—En los cuatro áías de feria, prescindiendo
de lo avícola, pasan áe tees
mi!.
—¿Total de opamciones
I aAo pasado?
—En ganadería pasó de tos siles millones
de pesetas, y cada año aumenta;
y en lo Industrial, de cinco » seis millones.
•
—¿El ejemplar mas caro que s« ventiló?
—Dn garañón»-- cien salí p*»etas.
-i-En el programa he visso qne h»?
concentración de dies mil ciclistas. ¿Qué
tiene que ver esto con ía ganadería?
—No hay ninguna relación; pero hay
feria y festejos, y esto dará gran animación
y de paso celebramos aquí i*
fiesta del pedal; es uno fie tantos acto*
deportivos.
—¿Cuánta gente calcula «p»e acude
en estos días?
—La población. Se Granoliers es d
diecisiete mil habitantes; nos llegan per
encima de los ol^n mil.
—¿No plantea mn problema este alud?
—Más lo es el alojamiento de! ganado
por lo que consumen los animales.
—¿Cuánto?
—Una hectárea fie alfalfa, sesenta
balas de paja, Quinientos kilos de salvado,
mil de algarrobas, mil doscientos
de cebada y cien de avena.
—¿Y la población flotante?
—No es posible calcularlo; pero en
el matadero hoy se han sacrificado quinientas
caberas de ganado.
—Señor alcalde, me han filcho que
este año habrá novedades en el desfile,
—Sí, ya sé por donde va...
—¿Es verdad que se iniciará no precisamente
con exhibición de ejemplares
irracionales?
—Midamos la respuesta.
—Mida, mida—digo mientras lo piensa
el alcalde.
—Efectivamente, eí desfile del viernes
será iniciado por bellaá señoritas,
Granoílers es una ciudad espléndida
que rinde culto a lo qtie la madre Naturaleza
da. Y si exaltamos lo irracional,
pon mucha más razón enaltecemos
lo racional en lo que de bello encierra.
—¡Muy bien contestado! — jalea un
concejal.
Lo ha dicho el alcalde
DEL ARCO
NOTA : Hay una imagen dibujada
EL ALCALDE DE GRÁNOLLERS
Los historiadores no han dado todavía
con el origen de Granollers. Los
primeros documentos que se conocen
datan del siglo X. y en el «Cartulario
de San Cugat del Valles» se cita a «Grantiíarios
subteriore» en el año 944, nombre
que debe corresponder a la ciudad
capital del Valles.
Pero de lo que no hay duda es de
que fue rica en grano y la agricultura
fue la base de su desarrollo y dé su importancia
ganadera en todos los tiempos,
hasta el punto de que Felipe II
autorizó a Granollers la acuñación de
propia moneda para facilitar las transacciones
en sus ferias. En el museo de
dicha ciudad se conservan monedas de
cobre de entonces.
Pero dejémonos, de historias y vamos
a la Feria de la Ascensión que hoy comienza.
Varias plazas de la localidad y la vía
principal están ocupadas para tal fin.
—La feria acabará invadiendo a Granollers
— digo al alcalde, don Carlos
Font Llopart.
—En realidad Granollers es pequeño
para lo que la feria exige. Empezamos
con un día de feria y ya celebramos
cuatro.
—¿Hasta dónde alcanza el radio de
acción de interés de la feria?
—Toda la reglón, y aparte de ella
llega a las reglones aragonesa y valenciana,
y abarca hasta Madrid, ya que
interesa como preliminar de la Feria
del Campo.
—He observado muchos «stands» industriales.
¿No se desviarán por ahí?
—No; pretendemos exaltar nuestra
importancia industrial y que ésta sirva
de base o soporte a la exposición agrícola-
ganadera.
—¿Cuántos son los animales concursantes?
Layetana, 32, cuarto, departamento 101
(edificio del Fomento del Trabajo Nacional),
no más tarde del día 15 de septiembre
venidero a las ocho: de la tarde.
—Unos doscientos eníre bovino y ÍKWclno;
doscientos caballar y asnal; trescientos
de avicultura, y hasta los caninos
tienen sitio ea número de cincuenta
a sesenta.
—¿Y animales paro, tnmsaeeiones?
—En los cuatro áías de feria, prescindiendo
de lo avícola, pasan áe tees
mi!.
—¿Total de opamciones
I aAo pasado?—En ganadería pasó de tos siles millones
de pesetas, y cada año aumenta;
y en lo Industrial, de cinco » seis millones.
•
—¿El ejemplar mas caro que s« ventiló?
—Dn garañón»-- cien salí p*»etas.
-i-En el programa he visso qne h»?
concentración de dies mil ciclistas. ¿Qué
tiene que ver esto con ía ganadería?
—No hay ninguna relación; pero hay
feria y festejos, y esto dará gran animación
y de paso celebramos aquí i*
fiesta del pedal; es uno fie tantos acto*
deportivos.
—¿Cuánta gente calcula «p»e acude
en estos días?
—La población. Se Granoliers es d
diecisiete mil habitantes; nos llegan per
encima de los ol^n mil.
—¿No plantea mn problema este alud?
—Más lo es el alojamiento de! ganado
por lo que consumen los animales.
—¿Cuánto?
—Una hectárea fie alfalfa, sesenta
balas de paja, Quinientos kilos de salvado,
mil de algarrobas, mil doscientos
de cebada y cien de avena.
—¿Y la población flotante?
—No es posible calcularlo; pero en
el matadero hoy se han sacrificado quinientas
caberas de ganado.
—Señor alcalde, me han filcho que
este año habrá novedades en el desfile,
—Sí, ya sé por donde va...
—¿Es verdad que se iniciará no precisamente
con exhibición de ejemplares
irracionales?
—Midamos la respuesta.
—Mida, mida—digo mientras lo piensa
el alcalde.
—Efectivamente, eí desfile del viernes
será iniciado por bellaá señoritas,
Granoílers es una ciudad espléndida
que rinde culto a lo qtie la madre Naturaleza
da. Y si exaltamos lo irracional,
pon mucha más razón enaltecemos
lo racional en lo que de bello encierra.
—¡Muy bien contestado! — jalea un
concejal.
Lo ha dicho el alcalde
DEL ARCO
